Palabras del director

Estimados padres de familia:

Reciban un caluroso saludo en nombre de todos los que conformamos la Gran Familia Oliverina, así como nuestro agradecimiento por confiar y educar juntos a sus menores hijos (as).

La educación es nuestra pasión; por lo tanto, cada año incorporamos innovaciones en nuestra propuesta educativa, las cuales tienen como fin potenciar la capacidad creativa, cognitiva y emocional de nuestros estudiantes para desarrollar de forma gradual sus competencias y habilidades a fin de afrontar un mundo cambiante, volátil, incierto y competitivo.

Nuestros principios institucionales desarrollan una misión clave para este propósito: formar líderes que desafían sus límites en lo intelectual y en lo emocional. Una persona sin principios, no evoluciona, no trasciende, por ello nuestra tarea es poder inspirar a cada estudiante y transmitirle valores y virtudes como la amabilidad, asertividad, entusiasmo, superación sin límites y honestidad.

Educar es generar nuevos hábitos y practicarlos; es conseguir la transformación de la educación peruana a través de nuestra propia transformación — de adentro hacia afuera —, es asumir retos que nos conduzcan a construir un mundo mejor, brindando herramientas idóneas y recursos necesarios para adaptarse a los desafíos futuros.

Permítanme compartir con ustedes esta breve historia de motivación que nos enseña la importancia de entrenar la mente:

Enhamed, Yahdih es considerado el mejor nadador paraolímpico de la historia. Este joven madrileño está convencido de que la fortaleza no está en el físico sino en la mente. Nada ha conseguido pararle, ni si quiera la ceguera con la que convive desde los ocho años. «Después de siete horas de entrenamiento diarios y de ver que no mejoraba deportivamente, me di cuenta que debía entrenar la mente. Tener claro qué persona quería ser, qué objetivos pretendía alcanzar y planificar», explica este joven que, a sus 28 años, es considerado el Michael Phelps español.

Su capacidad de superación le ha dado buenos resultados y también le ha enfrentado a muchas preguntas difíciles. «Una vez un niño me preguntó si cambiaría mis medallas olímpicas por volver a ver. Le dije que ‘no’ porque el intentar conseguirlas me había convertido en una mejor persona. La línea de meta se cruza lanzando nuestro corazón y entrenando nuestra mente. Esa es la clave».

Wilmer Carrasco Beas
Presidente de la Sociedad Saco Oliveros SAC